Uds pensarán, va al barrio Chino y se compra otro, siiiiii, pero no va a ser el mismo, así que como comento a veces, no solo importa el valor económico para emprender una restauración, el valor afectivo es valiosísimo. Y me lo restauré, esta vez, el dicho en casa de herrero cuchillo de palo, no fue.
-limpié los bordes
-los uní con cinta hipoalergénica
-los adherí por goteo
-reintegré lagunas y rellené grietas
-reintegré cromáticamente
-barnicé
Y ahora lo puse más a resguardo. Finalmente, la conservación preventiva se trata de eso.
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